La creencia, todavía muy arraigada en el medio rural, de que las fases lunares influyen directamente en el comportamiento biológico de las plantas y de los animales, y de que también influyen en la mayor parte de prácticas agricolas, determinando sus resultados, se pierde en la noche de los tiempos.
Para embotellar vino, por ejemplo, había que esperar a la luna nueva, y los campos tenían que abonarse en la fase creiente.
Algunas hortalizas también se tienen que sembrar en esta fase; otras, sin embargo, con luna menguante (si no se quiere que produzcan semillas antes de tiempo).
La experimentación científica, después de haber demostrado hace tiempo que la relación entre la vida vegetal y las fases lunares es pura coincidencia, en la actualidad se ha vuelto a interesar por el tema, y se han reanudado los estudiso sobre estos presuntos fenómenos con la ayuda de medios de investigación modernos y precisos.
La luna ejerce influencia sobre las mareas y esta proporciona que la
savia de las plantas ascienda. Parece ser que el plenilunio y su luz
provoca el crecimiento en altura de las plantas. La luz de la luna
interviene en la fotosíntesis y en la germinación, ya que los rayos
lunares tienen capacidad para penetrar en el suelo. Luna llena: Es cuando mas savia tienen los tejidos de los productos agrícolas, es recomendable para la recolección de frutos y la preparación de la tierra. Luna menguante, adopta la forma de la letra "C": la savia se concentra en las partes subterráneas, es recomendable para injertos, podas, las ramas sarmientos y cañas son mas resistentes cortadas en esta fase. La siembra de productos de los que se consume la parte subterránea, patatas, zanahorias etc. La siembra de hortalizas de las que se consume la parte aérea pero que se quiere evitar su espigado o granado. Luna creciente, adopta forma de "D" : la savia sube a la parte aérea, se recomienda para plantar y podar en los casos que se quiera favorecer el rendimiento productivo de los arboles. La siembra de productos de desarrollo aéreo excepto aquellas que se puedan espigar o granar a causa del calor. |
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